Llevo gran parte de mi vida reprimiendo esos queridos calambrazos en el estómago y esa maldita tos que no me deja hablar hasta que un día me enseñaron lo importante de expresarme sincera y congruentemente.
Si algo te afecta, dilo. Exprésalo tal cual, te ayudará a liberarte de intentar demostrar que no lo estás y realmente te relajarás porque la otra persona, en general, se intentará poner en tu lugar. En cierto modo es literalizar tu problema, reírte de él y tomar consciencia.
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